Esta actividad mágica se inspira en un proceso tomado de la fotografía: la cianotipia. Utilizando motivos opacos, los niños crean decoraciones sobre papel fotosensible. Tras exponerlo al sol, el papel queda marcado con los motivos en negativo. Sólo queda enjuagar el papel en un baño de agua clara y ¡el diseño se revela sobre un fondo azul! Estas creaciones se convierten en los fondos nocturnos que completan las ilustraciones de 4 cuadros poéticos.